El día 20 de diciembre de 2021 se publicó en el diario digital MiGijón una entrevista con los respomnsables de la fundación. Se reproduce aquí dicha entrevista
Fundación Sara López Falcón: “El mejor homenaje a nuestra hija es poder ayudar a otros”
Charo Falcón y su marido, José Antonio López, decidieron crear la Fundación Sara López Falcón como homenaje a su hija. Hoy ayudan a jóvenes con sus estudios y a otros padres que atraviesan su mismo duelo
Rosario (Charo) Falcón y José Antonio López sufrieron en sus carnes el mayor de los golpes. Hace unos años su única hija, Sara, fallecía prematuramente a causa de un cáncer. Lejos de tirar la toalla, sus padres decidieron en 2018 crear una organización con su nombre que pudiera continuar su legado. Así nacía en Gijón la Fundación Sara López Falcón. “Nuestra hija era todo para nosotros y durante toda su vida solo nos dio satisfacciones. Era una persona muy fácil, muy buena estudiante. Entonces surgió el cáncer y dos meses después se nos fue con 28 años. Nos dejó abatidos, sin futuro ante una vida que todavía giraba alrededor de ella”, nos cuenta en entrevista telefónica Charo Falcón.
El mejor homenaje que podían hacerle a su hija, explica, era destinar el patrimonio que le hubiera correspondido en ayudar a otras personas. “Nosotros hemos sido trabajadores toda la vida, pero queríamos que ese poco dinero que teníamos ahorrado y que hubiera sido suyo, pudieran aprovecharlo otros. Ella era una estudiante brillante, fue Premio Fin de Carrera de su Facultad de Oviedo, y Primer Premio Nacional Fin de Carrera en el curso 2006-2007. Por eso hemos querido ayudar a chicos y chicas que, como ella, son muy buenos estudiantes pero que, por circunstancias, no tienen los medios suficientes para llegar donde ellos quieran”.
“Nos llegan realidades tan difíciles que cada vez se nos hace más complicado dejar fuera a alguien”
Con esa misión nacen los proyectos de ‘Apadrinamiento’, que en 2022 cumplirán su cuarta edición. Ya han ayudado a cinco chavales, y el deseo es ir sumando apadrinados. “Al principio solo iba a ser uno por curso, pero nos llegan realidades tan difíciles, y no solo por el contexto económico, que cada vez se nos hace más complicado dejar fuera a alguien”. Y así, este año han sido tres los chicos y chicas apadrinados.
La Fundación Sara López Falcón les acompaña hasta que finalicen sus estudios y encuentren un empleo, siempre y cuando ellos sigan cumpliendo académicamente y lleven a cabo algunas tareas de voluntariado. Para hacerlo posible, con la institución pueden colaborar todas las personas o entidades que compartan esta visión y quieran aportar su granito de arena. “No solo con dinero. También podemos hacer colaboraciones: por ejemplo que una academia de inglés les ofrezca un curso o una empresa que quiera ofrecerles unas prácticas”.
Pero este no es el único proyecto que Charo y José Antonio han puesto en marcha. Desde la organización también están comprometidos en ayudar a otros padres que han tenido que atravesar la pérdida de un hijo. Para ello han puesto en marcha un Grupo de Terapia al que pueden acudir quienes están pasando el duelo por un hijo. La semana pasada ha comenzado en el C.M La Arena la primera de las sesiones que este grupo llevará a cabo. Una experiencia aún más relevante al tener en cuenta que en Asturias no existía ninguna acción de este tipo enfocada únicamente a los padres.
“La pérdida de un hijo es una experiencia tan fuerte que al principio es normal que no quieras ir a ningún sitio”
“Sabíamos que aquí no había nada parecido. Por eso contactamos con personas que organizaban estos grupos en Andalucía. Allí hay una asociación, Alma y Vida, que nació hace 20 años un poco con el mismo espíritu que nosotros. La formaron padres que se conocieron en el hospital viendo morir a sus hijos. Decidieron unirse y formar esos grupos de ayuda mutua. En Sevilla estuvimos viviendo la experiencia del grupo y decidimos que era algo que había que traer a Asturias”. Después del viaje, y de ponerse en contacto con otras organizaciones, comenzaron a poner en marcha lo que la semana pasada ha tomado forma en Gijón.
Con estas sesiones buscan que la experiencia que como padres han tenido que sufrir sirva para guiar a otros. “Es una experiencia tan fuerte que al principio es normal que no quieras ir a ningún sitio. El duelo es un proceso largo, pero este proceso, el del duelo de un hijo, es otra cosa. Siempre tienes a tu lado gente, pero poco a poco todo el mundo va volviendo a su vida y tú te quedas con tu dolor. Pasa, además, que tampoco quieres cansar a la gente, así que la única manera de poder liberarte un poco es compartirlo con quien ha pasado lo mismo que tú. Eso te ayuda a saber que no estás solo”. Y es tan importante atravesar ese duelo, remarca Charo, que si no avanzas puedes quedarte ahí, en ese punto, durante años.
La idea es que estos grupos se reúnan quincenalmente, y que, guiados por una psicóloga, sean capaces de compartir su dolor pero también de aprender cómo ayudar a otros en su situación. De ahí el nombre, ‘Grupo de ayuda mutua’. “Por la experiencia de la gente, estos grupos sí sirven. Pero no se trata de ir y que otros tiren de mí. Es que otros tiren de mí y que yo también sea capaz de tirar de otro”.
Para colaborar o recibir más información sobre la organización o los grupos de duelo puedes ponerte en contacto con la Fundación en el teléfono 659 403 455 y en su web: www.fundsaralf.es